La danza aparece unida al hombre, prácticamente desde sus orígenes. Incluso hay autores que consideran esta actividad natural e instintiva y, por tanto, anterior al hombre y que, a su vez, es observable en todos los planos de la vida animal. Se puede afirmar que la danza y el habla constituyen las dos actividades básicas diferenciadoras entre el hombre primitivo y el animal.
La danza primitiva era de carácter religioso como la mayor parte de las actividades que realizaban. Y en ella no había espectadores. Cada miembro de la tribu tenía asignado su papel dentro del ritual coreográfico: músicos, danzantes, testigos. Como en una celebración religiosa, están los fieles (testigos) y el celebrante, pero no hay espectadores.
¿Cómo surge la danza? Sin duda alguna, para expresar las necesidades vitales: necesidad de alimento (caza, recolección...), sentido de culto (ritos fúnebres, lluvia, trueno, rayo, salida y ocaso del sol, la luna...), de tipo social (galanteo, matrimonio, guerra...). Poco a poco se van configurando los diversos tipos de danzas, sin perder nunca el carácter colectivo. La procesión en torno a un objetivo sagrado o un árbol es una de las formas coreográficas más antiguas y que, de forma evolucionada, bajo aspectos bien diversos, ha llegado a nosotros."
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